Catalina nos cuenta su experiencia de Voluntariado en Finlandia
Mi nombre es Catalina, fui voluntaria en el Servicio Voluntario Europeo, parte del programa por la
juventud de la Comisión Europea. El proyecto en concreto fue “Learning child and youth work in
Espoo” en Finlandia desde Septiembre 2018 hasta Julio 2019.
Después de graduarme en la universidad decidí hacer algo diferente puesto que tenía tiempo y
algunos ahorros guardados. Ese verano buscando que podía hacer con mi vida encontré este
programa. Tenía claro al país que quería ir, Finlandia, ya que estudié Pedagogía y había oído muy
positivamente sobre su sistema educativo y lo quería conocer de primera mano. Al no tener
muchos ahorros me fije qué condiciones tenía el SVE, muchas veces en otros voluntariados tienes
que pagar una tasa y también no me fiaba mucho de las organizaciones, pero en este programa
no tenía que pagar nada y además recibía cada mes un poco de dinero (pocket money) para mis
gastos, a parte me pagaban el alojamiento, comida, transporte, seguro médico y viaje.
Una vez en Finlandia todo empezaba de nuevo. Mi tutora vino a recogerme al aeropuerto y por
fin nos conocimos. Llegué a mi nuevo hogar por unos meses y conocí a mi nueva familia, mis dos
compañeras y ahora amigas de piso. Días más tarde empecé mi voluntariado en un centro de
juventud. Estuve en tres centros diferentes en cada centro pasé unos tres meses. El objetivo de
estos centros era proveer a los jóvenes un espacio seguro y libre de drogas donde se realizaban
diversas actividades en las cuales yo formaba parte. Las actividades iban desde cocina hasta
juegos de mesa, había un gran espectro de tareas que los niños y jóvenes podían disfrutar y todo
de manera gratuita. A veces organizaban eventos y a principios de verano empezaban los
campamentos. La relación con mis compañeros y compañeras de trabajo fue muy buena, fueron
muy atentos y me hicieron sentir muy cómoda trabajando con ellos. Aprendí a que la
comunicación no verbal es esencial, puesto que a veces no podía entender a los niños (hablaban
en finlandés) pero jugando todo el mundo se entiende, aunque en general todos tenían un nivel
muy bueno de inglés. En relación al idioma, fui seis meses a clases y aprendí a mantener una
conversación muy básica en finlandés, el idioma es muy curioso y tenía muchas ganas de
aprenderlo ya que te puedes integrar más en la sociedad.
Durante mi estancia estuve en dos campamentos de voluntarios. El principal objetivo de estos
campamentos es conocer a más gente y hablar sobre tu experiencia con los monitores del
programa. El primer campamento duró una semana, conocí a muchísima gente de diversos
perfiles (Edad, país, etc.). Muchos de los voluntarios están en la misma situación que tú,
acabando sus estudios y no saber muy bien que será lo siguiente en sus vidas. Por ello,
recomiendo este programa, además de poder conocer una cultura nueva, tienes tiempo para
pensar en ti y reflexionar sobre tus verdaderos intereses y objetivos.
A parte de tu trabajo como voluntario tienes tiempo para disfrutar y conocer nuevos lugares. En mi
caso junto a mis compañeras de piso viajamos por países de alrededor y visitamos muchas
ciudades de Finlandia hasta fuimos al norte a ver auroras boreales, una experiencia indescriptible.
Cuando viajábamos dentro del país también visitábamos a otros voluntarios y nos quedábamos en
sus pisos y viceversa.
Mi experiencia en este programa ha sido más de lo que me imaginaba. Tengo una experiencia que no olvidaré en mi vida. Como les he dicho a mis amigos aquí en Mallorca, a la persona que este leyendo esto también se lo digo, si tenéis la oportunidad de participar en un proyecto como este hacedlo porque aunque pueda dar miedo ir a un país tú solo y sin conocer a nadie vais a conocer a gente en vuestra misma situación y tendréis a alguien con quien compartir vuestras malas y buenas experiencias.
Un saludo,
Catalina Morales.
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