Primera publicación de Alberto en el blog

"El tiempo vuela desde que cerré la puerta de casa y en un abrir y cerrar de ojos ya van casi dos meses en Prato, en medio de Italia. Parece que el 11 de febrero fue ayer: hogar, chimenea y mi cumpleaños. Este año la primavera se adelantó hasta ese día para regalarme toda su belleza y perfección por mi aniversario, pues cumplí los 23 mientras hacía las maletas y luego volé a la Toscana escuchando la banda sonora de La La Land. "City of stars, are you shinning just for me?" tarareo cada noche en Prato, soñando despierto como en la butaca del cine.

¡Qué cambio de vida! Lo más difícil es el idioma, pero con lo simpática que es la gente que me rodea, desde el primer día me sentí integrado en Prato, aprendiendo italiano y mejorando mi inglés a raudales. Muchas veces me leí en Mallorca el PDF del proyecto de Legambiente (mi organización de acogida) y de repente aquí estoy, haciendo las actividades con refugiados, pasando días en un refugio de montaña en el que hospedamos a excursionistas y organizamos workcamps o yendo a escuelas para hacer charlas sobre el cambio climático. 

Por otra parte, aquí he conocido a personas maravillosas y cada vez que podemos nos escapamos a otros lugares del mapa. Ya he visitado Lucca, Siena, Firenze, Fiésole, Carmignano, Livorno y Montecatini, pero es que cada día los italianos (muy orgullosos de su país y con muchas razones para estarlo) me recomiendan nuevos pueblos y paisajes, ampliando aun más una lista ya de por si larga. Aún tengo 10 meses por delante y ya me falta tiempo para tachar todos los nombres que hay en ella.

Mientras escribo esto el tiempo sigue volando, revolucionado, corriendo, como si tuviera que volver mañana a la isla. Y no quiero.