Las otras ventajas del inglés

"¿Qué tal si vamos a tomar el aperitivo?". Era la primera pregunta que me hacían en italiano y no podía ser mejor. No porque justo llegar le cogiera gusto a la dolce vita -aunque también-, sino por el buen ambiente que se sentía ya en el primer encuentro del Ritrovo dei Viaggiatori, las conversaciones en inglés en las que participo como voluntaria de Vicolocorto.

Obviamente, el objetivo principal de todos los jóvenes que acuden es mejorar sus habilidades comunicativas en inglés. Eso no quita que compartir un par de horas no tenga otras ventajas, como alargar más la conversación un Spritz acompañados de aceitunas gigantes, que es lo que viene siendo básicamente el aperitivo, esa parada que hacen algunos italianos en el bar antes de la cena que equivaldría a un “irse de cañas”.

En el Ritrovo dei Viaggiatori hablamos de nuestra experiencia en el extranjero: dónde nos fuimos de vacaciones el año pasado, dónde nos apetecería ir en agosto, o qué tal está el café ahí. La respuesta a esta última cuestión suele ser: “fuera de Italia, siempre sabe horrible”, al menos para ellos.

Así, el tema de conversación se transforma en una excusa para mejorar la lengua y una nueva manera de hacer amigos, conocer otras culturas, otro modo de pensar y de vivir. Porque, y esa es una de las partes más bonitas, no solo nos encontramos con italianos, sino que también he hecho amigas albanesas, argentinas o brasileñas.

No hace falta dar muchos detalles sobre cuando quedamos fuera del espacio de Vicolocorto. Para esto basta decir que ésta es la otra cara de los encuentros muy positiva para mí como extranjera. Me ha permitido iniciar relaciones de amistad con las que aprender además la lengua italiana, tan necesaria para sentirme una más.

Llegué a Pesaro hace casi dos meses y la verdad es que cada paseo por estas calles hace que las sienta más mías, y los rostros con los que me cruzo, menos desconocidos.